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Cillian Murphy protagoniza Free Fire: el nuevo thriller del británico Ben Wheatley, responsable de High-Rise y Turistas.
El actor irlandés viaja al Boston de 1978, acompañado por el valorado cineasta isleño y la oscarizada actriz Brie Larson.
La película está inspirada vagamente en las violentas aventuras orquestadas por Sam Peckinpah y Quentin Tarantino.
Después de darse un baño de surrealismo analítico en la enloquecida High-Rise, Ben Wheatley ha tomado el camino del género mafioso con bandas dispuestas a aniquilarse entre sí, encerradas en un espacio claustrofóbico.
Sin duda alguna, el director de Turistas sabe gestionar a la perfección los decorados en los que transcurren las historias de sus movies, y -como con las localizaciones de sus anteriores obras- el almacén abandonado donde se desarrolla el guion de Free Fire es concebido por el libreto original como un protagonista más de la trama.
Un argumento donde el peso dramático lo lleva un conjunto de individuos unidos por las actividades delictivas, relacionadas con el tráfico de armas y de estupefacientes. Mientras, el punto de fuga está encarnado por una mujer que se halla en el lugar de los hechos de manera casual: dama a la que da vida la actriz norteamericana Brie Larson.
CILLIAN MURPHY EMPIEZA A COGERLE GUSTO A LOS TIROTEOS
Cuando Wheatley llamó al protagonista de 28 días después, para que liderara el elenco artístico de Free Fire; el intérprete irlandés se encontraba en pleno disfrute del éxito de la serie Peaky Blinders (una de las sorpresas de la temporada en la pequeña pantalla, a cargo de Netflix).
En la citada producción televisiva, Cillian presta su físico para dar vida a Thomas Shelby: el jefe de una banda familiar asentada en Birmingham (Inglaterra), durante la época del período de entreguerras.
Precisamente, la habilidad y fortaleza con las que el doctor psicópata de El caballero oscuro construyó su caracterización, para hacer verosímil la faz neurótica de Shelby, le dieron a BW la necesaria seguridad de que el actor de la mirada profunda sería el ideal para dibujar el rostro y los ademanes del visceral Chris.
De esta manera, con el apoyo de alguien con la suficiente fama internacional como para avalar con su presencia cualquier proyecto cinematográfico, el autor de Turistas encaró lo que se ha convertido en su primer rodaje en la nación de las barras y estrellas.
Un trabajo de enjundia e interés, que captó pronto el interés de Martin Scorsese, quien ejerce como productor ejecutivo de la cinta.
Tras la contratación de Murphy, Brie Larson accedió a ser la ingenua y desconcertante Justine, dentro de una escenificación progresiva, que muestra la versatilidad de esta admiradora declarada de la filmografía de Wheatley.
Con ello, el británico se garantizó una pareja con enganche de cara a seducir a los ejecutivos de Rook Films. Y a partir de ellos, el súbdito de Isabel II orquestó un cuadro dramático con nombres tan solventes como los de Armie Hammer, Sharlto Copley, Sam Riley, Jack Reynor, Noah Taylor y Patrick Bergin.
Todos ellos dan credibilidad al vertiginoso guion escrito por Amy Jump, y que versa sobre unos irlandeses que se lían a tiros con unos estadounidenses, cuando el negocio de ventas de armas que se traían entre manos sale mal. Sobrevivir es el juego; y, entre medias, las balas hablan con la contundencia de las muertes anunciadas por anticipado.
Sony Pictures será la empresa encargada de exhibir en España este activo largometraje, cuyo estreno está previsto para 2017.
Más información en
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