Charlie Kaufman surfea por las anomalías del stop-motion
Charlie Kaufman y Duke Johnson imaginan un mundo de muñecos animados, en el que el travestismo existencial adquiere los ecos de los cantos renovadores. Anomalisa es el título con el que la pareja explora la psique de un protagonista kafkiano, y que les valió el Permio del Jurado en la 72 Mostra Internacional de Cine de Venecia.
En el mundo de la competitividad constante y de las madureces asumidas, no se puede ser sensible y soñador. Dentro de los corsés del Neoliberalismo, quien no tiene una calculadora de seguridades en su cabeza es considerado como un outsider o un friki (término acuñado por los supuestos protectores de los comportamientos razonados).
Ante un panorama semejante, Michael Stone es una isla sin movimiento: un cráter secado con la lava al vacío de los abismos contextuales. Este individuo se muestra incapaz de sentir afinidad discursiva con sus semejantes, y su introspección hace que sea visto por los demás como un bicho raro. Hasta que entra en su deprimida rutina un extraño, y el cosmos de Michael empieza teñirse de un color diferente.
Este es el argumento de Anomalisa, un filme de animación adulta en el que el celebrado guionista Charlie Kaufman (Synecdoche, New York) y el televisivo Duke Johnson (Mary Shelley’s Frankenhole) abordan una temática que bien podría remitir a obras tan peculiares, asociadas con el espectro de las sociedades individualizadas, como La metamorfosis y El proceso (ambas de Franz Kafka).
CHARLIE KAUFMAN Y SU TEATRO DE VARIEDADES
Escrita bajo el pseudónimo de Francis Fregoli, Anomalisa es un viaje hacia las profundidades de una personalidad al borde de la exclusión, la cual huye de la realidad a través de una mente prodigiosa en inventar vehículos de expansión.
Así es como Kaufman diseña al taciturno Michael Stone, monsieur al que pone voz el actor británico David Thewlis. Este experto en vestuario está abonado a una cotidianeidad sin sobresaltos, como si fuera un fantasma invisible al que únicamente observa el espejo que cuelga de la pared de su habitación.
Un retrato a blanco y a oscuras que adquiere color cuando aparece un misterioso hombre al que Michael conoce en una feria de negocios. Este personaje, que tiene el timbre del veterano Tom Nooman, será el artífice de la nueva versión de MS; y se convertirá también en la llave para dar el valor necesario al protagonista con el que afrontar su relación con Lisa (Jennifer Jason Leigh).
Anomalisa sustenta su discurso en torno a los hilos comunicantes que mantienen a tres bandas el gris Stone, el optimista Sr. Extraño y la confusa Lisa. Un triángulo de ciudadanos aquejados de invisibilidad para el resto del mundo, y a los que la película les otorga el heroísmo del anonimato de barricada.
Irónica y hasta satírica con los dogmas del progreso, la historia de esta movie recuerda a las novelas en las que los perdedores asumen las riendas de las acciones deslumbrantes. Aunque, en definitiva: ¿Qué es ganar o fracasar en la carrera de fondo que se conoce como vida?
Tráiler oficial de Anomalisa, por Paramount Pictures International
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