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Cassandra Wilson presenta Coming Forth By Day (Legacy), un intenso y alegórico trabajo con el que la cantante de Jackson celebra el centenario del nacimiento de Billie Holiday.
Resuelta extraño que Lady Day fuera una de las artistas con mayor capacidad para extraer las hebras noctámbulas de las horas de las brujas: esos momentos de soledades eternas y crónicas silenciosas, en los que el tocadiscos suele despedir aullidos de amargura.
Billie Holiday (Filadelfia, Pensilvania, USA, 1915- Nueva York, 1959) atesoró a lo largo de su breve existencia un conjunto de líricas doloridas, teñidas de una oscuridad que estaba en continua guerra con la sabiduría luminosa de su incomparable timbre. En ese abismo de locura voluntaria convivieron los versos somnolientos de Gloomy Sunday, Crazy He Calls Me o Strange Fruit.
Un legado de humanidades peregrinas y vulnerables que la singular Cassandra Wilson (Jackson, Misisipi, USA, 1955) acaba de actualizar en clave de sentido homenaje. Aventura de sintonías memorables que lleva el espiritual título de Coming Forth By The Day (Legacy).
CASSANDRA WILSON IMAGINA EL TOQUE HOLIDAY
Debe resultar complicado escoger doce temas para completar un álbum en el que habría cabido con absoluto protagonismo cualquier obra surgida de la mente de Eleanora Fagan Gough. No obstante, Wilson ha tenido la obligación de seleccionar dentro del arcón profesional de la estrella alumbrada en Filadelfia, con el fin de recrear -a base de fidelidad figurada- la grandeza del currículo del “ángel de Harlem” (tal como Billie fue bautizada por el grupo U2, en el disco que los norirlandeses dedicaron a Lady Day).
Tal labor de tintes épicas, según las declaraciones de la propia Cassandra, ha sido enriquecedora y gratificante para el background creativo de la responsable de Blue Light “Till Dawn”, y le ha dado la oportunidad para toparse con composiciones menos conocidas en el repartorio de Holiday, como Last Song.
Esta sentida letra fue vestida por BH en 1959 como una oración fúnebre, moldeada con los recuerdos que le despertó su amigo Lester Young en el día de su muerte de este. Según la historia, Billie estaba de gira en Europa cuando el excelente clarinetista y experto saxofonista falleció. Sin perder ni un momento, la cantante se presentó en el sepelio, donde pretendía interpretar una pieza compuesta expresamente para el finado: Last Song. Sin embargo, la familia de Young no quiso que su entristecida colega llevara a cabo la actuación, con lo que la tonada quedó en el olvido de las frustraciones.
“He estado enamorada de la voz de Billie Holiday desde el momento en que la oí la primera vez, y me ha inspirado mucho a avanzar en mi carrera”, reconoce Wilson en su página web. Palabras que enfatizan el mimo con el que la musa de Jackson ha intentado hornear un compacto en el que han colaborado con intensidad el productor Nick Launy (conocido sobre todo por su labor con Nick Cave y Arcade Fire), los guitarristas Nick Zinner y T. Bone Burnett, el batería Thomas Wydler, el bajista Martyn P. Casey y el mezclador Van Dyke Parks.
UN COMPACTO PARA SENTIR
Coming Forth By Day toma su título de El Libro de los Muertos (The Book Of Coming Forth By Day): una decisión que marca la evolución psicológica de esta obra, y con la que Cassandra Wilson celebra abiertamente el centenario del nacimiento de Billie Holiday.
Semejante motivación ha llevado a la compositora de Misisipi a rescatar temas históricos como Crazy He Calls Me o Strange Fruit, los cuales se dan la mano con los acordes aguardentosos de Good Morning Heartache y los sones espectrales de What A Little Moonlight Can Do.
Así, hasta dibujar una docena de tornillos existenciales; con los que CW proyecta un inmenso mosaico, en el que Lady Day vuelve a juguetear con Lady Night.
El making of de “Coming Forth By Day“, por CassandraWilsonVevo
Más información en
http://www.cassandrawilson.com
