Burak Özçivit inaugura un imperio
El popular Kemal Soydere, en la serie "Kara Sevda" ("Amor eterno"), se convierte en Osmán I, dentro de la esperada producción titulada "Resurrección: Osmán".
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Burak Özçivit ha escalado los peldaños hacia el estrellato televisivo, en poco más de una década como actor.
El intérprete de Can Feda ha accedido a la fama con rapidez y aplomo, sustentado en su capacidad para desarrollar caracterizaciones creíbles y pasionales ante las cámaras de cine y televisión. Así lo hizo con su papel más conocido a nivel mundial, el del romántico Kemal Soydere, de Kara Sevda; pero antes del citado hito profesional, ya había alcanzado el beneplácito de la audiencia turca y de otros países, con el arriesgado Bali Bey, en El sultán.
Semejante carisma, que el joven nacido en Estambul ha usado para atrapar a los espectadores hasta la fecha, es el que Özçivit ha ejercido en el rol que puede ser su consagración definitiva, como uno de los más laureados rostros de la pantalla en la nación con capital en Ankara. Un trabajo que le ha llegado de la mano del productor Mehmet Bozdağ, para poner rostro al emblemático Osmán I; en el esperado serial titulado Resurrección: Osmán . Una esmerada apuesta de la pequeña pantalla otomana, cuyo estreno tendrá lugar esta noche a las 20:00 horas, dentro de la programación del canal ATV.
La mediática secuela de Resurrección: Ertuğrul comienza con el acceso al trono del ingenuo de veintitrés años nombrado Osmán Gazi. Con este acto arranca el activo argumento, cargado de aventuras y batallas por controlar el destino de los osmaníes y otomanos: un pueblo esperanzado por sobrevivir en el mapa de los enclaves tribales más poderosos de la zona, dominados por los bizantinos y los selyúcidas.
Burak Özçivit encabeza el elenco artístico de Kuruluş Osman, como un héroe dibujado a base de contrastes sentimentales; al que le acompaña la debutante Özge Törer: una actriz de veintiuna primaveras, que se impuso a otras candidatas más experimentadas, para prestar su físico a la bella y singular Bala Hatun Osman (la esposa del protagonista).
BURAK ÖZÇIVIT Y EL PRETÉRITO DE SU PAÍS
Tras la presentación oficial en el pasado MIPCOM de Cannes, Resurrección: Osmán ha conseguido interesar a mercados tan alejados de la órbita turca como el latinoamericano, el estadounidense o el europeo. Las razones de esta seducción estriban en el sorprendente potencial escénico que despliega la serie, la cual exhibe la espectacularidad de una producción cuidada en efectos especiales al más puro estilo de USA, sin descuidar la recreación de una época desconocida para la mayoría de los espectadores (la correspondiente a la que experimentó la región otomana, a caballo entre los siglos XIII y XIV).
Al igual que su predecesora (cuyo argumento fue narrado a lo largo de cinco temporadas y 179 episodios), esta secuela derrocha imaginación y verosimilitud; a la vez que presenta una galería rica en personajes sustanciosos, sometidos a un sinfín de historias de amor y traiciones. Elementos en los que confían los responsables del proyecto, para extender la obra a un número similar de capítulos al que completó la aplaudida Resurrección: Ertuğrul.
Los paisajes de Uzbekistán. y de otras partes del mundo por las que se asentó el entonces emergente imperio otomano, han servido al nutrido equipo para dar empaque audiovisual a esta epopeya filmada, cuya gestación se puso en marcha desde la final de la anterior etapa.
Este proceso de implicación colectiva llevó a Burak Özçivit a iniciar su preparación para el papel de Osmán, más de un año antes del comienzo del rodaje oficial. Durante ese tiempo, el galán de Kara Sevda se sometió a un duro programa de ejercicios preparatorios, que incluía la lucha cuerpo a cuerpo y con espada, la necesaria destreza en la equitación, las cabalgadas salvajes por los campos, y el uso de arcos y escudos… Un compendio de actividades a las que era muy aficionado el fundador del imperio turco.
Más información en
Tráiler oficial de Resurrección: Osmán, por ATV
