Tana French siempre fue una concienzuda y apasionada lectora de novelas de misterio, característica que le ha permitido desarrollar su propio esquema creativo; en base a lo que maestros de la talla de Raymond Chandler, Agatha Christie y Margaret Atwood le proporcionaban.
Las obras de la narradora nacida en Vermont (USA) atrapan la mente y la atención por una extraña y efectiva amalgama de elementos, bien definidos a lo largo de los diferentes argumentos.
Estos ingredientes permanecen visibles ante los que se adentran en sus relatos. Primero se encuentra el lugar en que transcurren sus tramas: una Irlanda plagada de secretos, siempre enfocada con la polivalente perspectiva de las normalidades enfermizas y frágiles. A semejante escenario, TF suele sumar un enérgico apego a las investigaciones policiales, mediadas por las burocracias apremiantes. Y, por último, la literata introduce la presencia de un/a sagaz protagonista que se salta las normas, para hallar la solución de los delitos más sorprendentes y enrevesados.
Tal engranaje ha sido lustrado por French desde 2007, cuando publicó su primer trabajo, titulado El silencio del bosque. A partir de entonces, casi una decena de volúmenes han completado el currículo de esta antigua alumna del Trinity College, la cual reside en Dublín hace seis lustros.
The Searcher (Penguin Books) es la última creación impresa de la norteamericana: una trama ambientada nuevamente en la isla que alumbró a Oscar Wilde y Samuel Beckett, ahora con un protagonista procedente de la violenta ciudad de Chicago.
La conocida y aclamada serie de la garda (con el ficticio escuadrón de homicidios de Dublín como principal referente) palpita en esta narración.
Una historia que parece inspirada en parte de los textos que animaron a la joven French a dedicarse a escribir; en concreto, los que mostraban las acciones de veteranos agentes, capaces de afrontar los casos más complicados y salvajes.
TANA FRENCH Y SU SAGACIDAD SITUACIONAL
Según la sinopsis del libro, The Searcher presenta al experimentado Cal Hooper: un policía retirado de Chicago, después de veinticinco años de duro servicio a la comunidad. Cansado de una existencia sin alicientes y de sus escasas relaciones humanas en su país de origen, este personaje escapa a un bucólico pueblo irlandés, para intentar conseguir algo de paz y relax; lejos de su antigua y asfixiante realidad.
Lo que no puede prever Hooper es que un misterio iba a llamar a su puerta en su refugio isleño, en la forma de un niño desaparecido, El ex detective de homicidios se desespera ante la inactividad de sus colegas irlandeses, por lo que decide ponerse al frente de la investigación, para dar con el pequeño y resolver la desconcertante red de conexiones sorpresivas.
Tales coordenadas argumentales sustentan la afilada prosa de French, destilada con un poso de decoro efectivo y elegante resolución, semejante al estilo esgrimido por compañeras del género como Ruth Ware y Anne Cleeves.
The Searcher da una imagen diferente de la aislada y hogareña vida en la campiña irlandesa, y de sus paisajes siempre verdes. Entre las líneas y párrafos de la novela se cuela una faz siniestra y fantasmal, repleta de miedos ocultos y de amenazas homicidas. Justo en la línea habitual de la autora de Intrusión.
En definitiva, un escaparate de asesinatos selectos, que el canal BBC ha empezado a traducir al lenguaje audiovisual, con la serie televisiva Dublin Murders (obra para la pequeña pantalla, que versiona dos novelas de French, con la singular Cassie Maddox como detective al mando).
Nota. The Searcher saldrá a la venta a partir del próximo 6 de octubre de 2020.