El Arte como medicina, o como cura inspiradora de realidades ajenas a las marginaciones espaciales. Esa la idea que la investigadora, periodista y dibujante Mercedes de Luis Andrés ha trasladado al interior de la Apothecke an der Kettenbrücke de la capital austriaca; y lo ha hecho a través de un hipnótico conjunto de imágenes tomadas en lugares que improvisan emociones plásticas, sitios que la artista palentina ha visitado y que prendieron atardeceres y costumbrismo paisajístico en su paleta nómada.
Las obras elegidas por Mercedes de Luis muestran el compromiso de la creadora por dialogar sin censuras con la esencia de las fachadas, los parques, las cafeterías y los monumentos; siempre pendiente de no traicionar el silente lenguaje subliminal en el que se encuentran cómodas las piedras, los ladrillos, las hornacinas, las pasarelas, los mobiliarios imantados de historia y los árboles centenarios, que vierten sombras nutridas por tiempos pretéritos, presentes y futuros.
“Lo que quiero es invitar a quienes vean la exposición a mirar la calle con otros ojos, a detenerse con calma para observar las vitrinas“, afirma Mercedes de Luis. Tal reflexión provoca la inevitable sensación de entender los espacios farmacéuticos como lugares en los que las múltiples vidas de los clientes y de los productos que estos consumen forman episodios necesarios para comprender la esencia del ser humano y su relación con las ciudades.
Entre las piezas albergadas por la botica vienesa, la artista española ha seleccionado algunas vistas de su ciudad natal, Palencia; lo que provoca una especie de sortilegio figurado, por el que la urbe en la que Johan Strauss y sus hijos triunfaron con sus enfebrecidos valses se hermana sutilmente con la sobriedad castellano leonesa, enmarcada en una Iberia con ecos de espiritualidad anhelante.

La idea de un cuaderno visual de viajes, o de estancias enriquecedoras teñidas por la fugacidad del momento, marca el hilo narrativo de esta muestra, que le sirve a la actual doctorando de la universidad vienesa de Klagenfurt para colgar por primera vez sus dibujos policromados, en un lugar tan emblemático para las expresiones plásticas como el que configuró la cuna de Oskar Kokoschka y de Gustav Klimt.
La sencillez con que Mercedes de Luis Andrés viste cada una de las imágenes escogidas revela la capacidad evocadora de una exhibición que se compone más de sueños que de realidades palpables. No en vano, cualquier espacio modifica su fisonomía sensitiva con el simple trascurso de una hora, un minuto, un segundo… o por la acción imprevista de un ligero bandazo lumínico.
Nota: Los dibujos de Mercedes Luis de Andrés estarán expuestos en la Apotheke an der Kettenbrücke (Ketternbrückegasse, 23) durante el mes de agosto.