Series míticas: Shogun

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NBC produjo este mítico título, basado en la homónima novela de Clavell

Hubo un tiempo en que Japón era un vergel casi desconocido para los occidentales. Lejano en distancia de la avasalladora Europa, los habitantes de las islas orientales atravesaban una prosperidad militar y natural solamente ensombrecida por su falta de libertades reales, por un sistema social levantado mediante castas honoríficas, de las que era imposible escapar. Era la centuria del 1600, cuando arribó a esa tierra -volcánica y en continuo estado de ebullición- un marino inglés llamado originalmente William Adams (1564- 1620): un aventurero de velas siempre al viento que el novelista australiano James Clavell (Sydney, 1924- Vevey, Vaud, Suiza, 1994) transformó literariamente en el enérgico John Blackthorne (también conocido como Anjin-shan).

La historia contaba el viaje del marino inglés John Blackthorne

Publicada en papel en 1975, Shogun se convirtió rápidamente en un éxito de ventas; debido sobre todo a sus dosis de exotismo, romanticismo, misterio y pasión por la filosofía exploradora de los grandes conquistadores. Los lectores se cautivaron con la relación pudorosa y prohibida entre el duro Blackthorne y la suave y delicada Mariko; a la vez que asistían sin tregua (a tiro de unas cuantas páginas) a magnas y sangrientas batallas, como la de Sekigahare.  Tal material narrativo se antojaba un plato demasiado apetitoso de cara a una adaptación audiovisual; y así nació, en 1980, el homónimo serial que la cadena NBC repartió entre cinco capítulos (de una hora de duración cada uno de ellos).

La serie constaba de cinco capítulos

Un guion elaborado por el mismo Clavell y Eric Bercovici fue el germen de la mencionada producción, que tardó en gestarse cerca de un lustro. Lo elevado del presupuesto, que incluía el rodaje en escenarios naturales del país nipón, y las dificultades de trasladar el nutrido equipo desde Estados Unidos a Kyoto (sede central de la filmación) contribuyeron a retrasar el momento del inicio de la epopeya de la pequeña pantalla; al tiempo que fue aumentando la ansiedad de las audiencias por degustar tan estimulante trama.

El texto impreso data de 1975

Una vez solventados los problemas técnicos, el componente artístico acaparó la agenda laboral de los financieros. Había que encontrar al perfecto Blackthorne: un tipo de virilidad y atractivo capaces de causar suspiros en el personal femenino, a través del comportamiento de un navegante de la Edad Moderna confuso y rudo, un auténtico Marco Polo de nacionalidad británica. Después de una búsqueda más o menos intensa, finalmente surgió el nombre de Richard Chamberlain (Los Ángeles, USA, 1934); y así el rol del carsmático hombre de mar ya pudo ser contemplado con los rasgos angulados del famoso Dr. Kildare. La estrella de El conde de Montecristo venía de un encadenar un número bastante cuantioso de trabajos de capa y espada; por lo que no tuvo muchas dificultades para asumir la actitud transeúnte del capitán europeo del siglo XVII.

Richard Chamberlain (izquierda) volvió a ser considerado una estrella de la pequeña pantalla, emulando su éxito en "Dr. Kildare"

Una vez enganchado Chamberlain, las contrataciones del resto del elenco fueron algo más sencillas. El profesional preferido de Akira Kurosawa, el chino de nacimiento y japonés de adopción Toshirô Mifune (Tsingtao, 1920- Mitaka City, Tokio, 1997), fue el seleccionado para dotar de cuerpo y voz de mando al poco sensible guerrero Lord Yoshi Toranaga (nombre ficticio del real mandatario daimyo Tokuwaga Ieyasu); mientras que, la poco frecuente fuera de las latitudes de la patria de Yukio Mishima, Yôko Shimada (Kumamoto, 1953) se hizo con la parte de Mariko. Junto a ellos, veteranos de la talla de Sir Michael Hordern, Alan Badel, John Rhys-Davies, Gregory Innes y Orson Welles (como narrador) convirtieron la obra en un producto destinado a triunfar en el universo de las seiscientas veinticinco líneas. Semejante predicción se transformó en un hecho ante la más que resaltable cuota de pantalla en 1980; aparte de los premios con los que se alzó el serial (entre ellos dos Globos de Oro por sus caracterizaciones para Chamberlain y Shimida, entregados en la correspondiente gala de 1981).

Yôko Shimada encarnó a Mariko, trabajo con el que consiguió un Globo de Oro en 1981

Los ecos de Shogun acompañaron a sus creadores y colaboradores durante bastantes años; aunque los efectos se dejaron sentir más en unos casos que en otros. Uno de los más influenciados por la fama de la mini-serie (de la que se hizo una tv movie de 127 minutos) fue el alter ego de Blackthorne. La estrella cinematográfica del angelino Richard nunca había sido lo suficientemente potente, pero su protagonismo en la obra de la NBC le catapultó al Olimpo de los sex symbols con carne catódica. De esta manera, el Aramis de Los tres mosqueteros, según Richard Lester, brilló con soltura en la piel de apasionados y novelescos héroes, en producciones como Casanova (1987), El pájaro espino (1983) y El caso Bourne (1988). Una popularidad que el Dr. Kildare intentó trasladar infructuosamente a la pantalla grande, con las fallidas cintas Las minas del Rey Salomón (1985) y Allan Quatermain y la ciudad perdida (1986).

El gran Toshirô Mifune brilló en el cuerpo del rudo Lord Yoshi Toranaga

El director Jerry London (Los Ángeles, USA, 1947) también fue otro de los damnificados con la repercusión mediática de Shogun; lo que le proporcionó una prolífica carrera en la televisión estadounidense, donde destaca el divertido y detectivesco serial Diagnóstico Asesinato. Aunque el ejemplo más significativo, respecto al influjo de la sombra de la obra emitida en 1980, lo representó el autor del libro original: James Clavell. El narrador oceánico intentó repetir la experiencia millonaria aunando los puntos de vista literario y audiovisual, con Tai-Pan (Daryl Duke, 1986) y Noble House (la producción en Asia que escenificó Pierce Brosnan, en 1988); pero los resultados de estos títulos nunca pudieron eclipsar las legendarias hazañas de Anjin-shan.

"Shogun" fue rodada en los estudios de la ciudad de Kyoto
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