Robert Langdon ha pasado por una existencia mediática similar a la experimentada por Indiana Jones y Jack Ryan. Al igual que el famoso arqueólogo y el intrépido analista de la CIA, el prestigioso profesor de Harvard ha exhibido un drástico rejuvenecimiento, cuando ha pasado de la pantalla grande al formato televisivo.
De la apariencia madura de Tom Hanks, Langdon ha saltado a la hidalguía treintañera del australiano Ashley Zukerman (quien alcanzó cierta notoriedad por su papel de Nate Sofrelli, en Succession), dentro de la adaptación de televisiva de El símbolo perdido: el best-seller publicado por Dan Brown en 2009, donde el prestigioso simbolista norteamericano se enfrenta a un misterio relacionado con los vestigios de la Masonería en Estados Unidos.
El estadounidense Dan Trachtenberg (The Boys) es el director encargado del episodio piloto de esta esmerada producción de CBS Studios, Imagin Television Studios y Universal Television, cuyos guiones han sido firmados por el imaginativo y efectista Jay Beattie (Mentes criminales). Una obra seriada en diez capítulos (de una hora de duración cada uno de ellos), en la que el ingrediente principal lo genera la arriesgada investigación que desarrolla el otrora héroe de El código da Vinci, y que le lleva a obtener revelaciones electrizantes.
El oceánico Ashley Zukerman toma el icónico papel de Langdon en esta precuela, después de las tres películas protagonizadas por Tom Hanks (El código da Vinci, Ángeles y demonios e Inferno), y lo caracteriza décadas antes de la primera de las aventuras interpretadas por el oscarizado actor de Forrest Gump.
Junto a Zukerman, el resto del elenco lo componen el cómico inglés Eddie Izzard (Victoria & Abdul), el californiano Beau Knapp (La señal), la camaleónica Valorie Curry (The Following) y Rick Gonzalez (Entrenador Carter), en los principales personajes.
ROBERT LANGDON EXPLICA SUS INICIOS
El símbolo perdido desarrolla su trama tiempo antes de que sucedieran los crímenes de Ángeles y demonios, El código da Vinci e Inferno. Una época en que Robert Langdon todavía estaba en ciernes de diseñar su carrera como investigador y experto en simbología ancestral. No obstante, el protagonista ya reúne en su treintena un currículo más que notable en el campo de la historia de las culturas antiguas, justo cuando comienza el serial.
El hecho que pone en camino al intrépido Robert en The Lost Symbol es el secuestro de su otrora profesor y mentor académico: el singular y perfeccionista Peter Solomon (Eddie Izzard), ahora director del instituto Smithsonian. Debido a las exigencias del secuestrador, la presencia de RL se convierte en imprescindible, para recuperar al afamado historiador y científico; por lo que la CIA y los servicios de seguridad americanos recurren a la brillante mente del profesor de Harvard.
Una vez entra en contacto con la situación, Langdon se topa con Katherine Solomon (Valorie Curry): un amor pasado del simbolista, e hija del secuestrado.
A diferencia de las películas precedentes, la experiencia televisiva de RL centra sus localizaciones en las extensiones y monumentos de Estados Unidos y Canadá. En la nación de las barras y estrellas, el guion sigue un vertiginoso curso, en torno a los vestigios de la masonería en los símbolos del Capitolio, presentes igualmente en la plasmación de los documentos y declaraciones que pusieron en pie los llamados padres fundadores.
El resultado de tales elucubraciones es un laberinto de sorpresas constantes y supuestamente impactantes, que producen -con elevadas cotas de ambición audiovisual- Ron Howard (responsable de las tres películas protagonizadas por Tom Hanks), Brian Grazer y el propio Dan Brown. Revelaciones determinantes, que tienen su epicentro en la extraña y siniestra figura de alguien conocido como Mal’akh (Beau Knapp).
Nota: El símbolo perdido tiene previsto su estreno en España a través de la plataforma de Movistar+, a partir del próximo 19 de diciembre.
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