Rachel Zegler está en pleno momento de explosión de su carrera como actriz y cantante, después de que Steven Spielberg la escogiera entre cientos de aspirantes para encarnar a la romántica María, la protagonista de West Side Story.
La brillantez que Zegler demostró en un papel que siempre llevará el imperecedero sello de Natalie Wood convenció a los espectadores, y los proyectos comenzaron a llegar a la casa de esta intérprete con genes colombianos y polacos, la cual se llama Rachel en homenaje al personaje de Jennifer Aniston en la serie Friends.
Tras West Side Story, la participación de esta estrella veinteañera en Los juegos del hambre: Balada de pájaros cantores y serpientes, como la rebelde y misteriosa Lucy Gray, ha conseguido apuntalar la aún breve carrera de la chica nacida en Nueva Jersey. Una muchacha que ha sabido cómo sacar partido a sus dotes como cantante, para abrirse camino a través de las versiones cinematográficas de musicales con amplio caché en los escenarios de Broadway, y a través de películas en las que su papel tiene que exhibir su habilidad trovadoresca.
La versatilidad de Zegler ha resultado fundamental para que esta antigua youtuber se haya postulado como la adecuada para dotar de físico a la Blancanieves del siglo XXI, en la adaptación live action que acaba de grabar Disney Studios, bajo la batuta rectora del cineasta Marc Webb (The Amazing Spider-Man).
La elección de Rachel levantó pronto una ola de críticas en las redes sociales, vertidas por parte de personas que no aceptaban que una actriz de ascendencia hispana interpretara a la huérfana popularizada por el cuento de los hermanos Grimm. Unos ataques que se juntaron con los que denunciaban las tesis feministas de Zegler, quien veía a Blancanieves como una muchacha capaz de romper los estereotipos sobre la diferenciación sexual, inexistentes en el relato original.
No obstante, las confesiones de la actriz tuvieron el apoyo de las guionistas del film, Greta Gerwig (Barbie) y Erin Cressida Wilson (La chica del tren), al afirmar que el libreto de la película muestra algunos cambios con respecto a la versión de Walt Disney de 1937, debido a la obvia y justa evolución de la sociedad en la ideología de género.
RACHEL ZEGLER DEFIENDE QUE LOS PRODUCTORES HAYAN CONFIADO EN UNA BLANCANIEVES CON ANTECEDEDENTES HISPANOS
Después de muchas décadas sin comprender que las heroínas de los cuentos clásicos no tienen que mostrar reglas estrictas sobre sus orígenes étnicos, Disney dio al fin un paso al frente en este asunto, con la versión live action de La sirenita. Los habitantes supremacistas de USA se encendieron, cuando contemplaron a Ariel caracterizada por la actriz y cantante negra Halle Bailey; algo que sirvió para enseñar a los pequeños de todo el mundo que las princesas de los cuentos de hadas no tienen que lucir pieles blancas como el mármol.
Sin embargo, y a pesar del éxito en cines de La sirenita, muchos de los comentarios xenófobos en las redes sociales intentaron desmerecer el excelente trabajo de Bailey como Ariel. Una cosa parecida es lo que ha vivido en sus carnes Rachel Zegler, con Blancanieves; aunque, finalmente, los dardos envenados no han conseguido su objetivo, y el largometraje ha seguido su curso.
Los estudios Pinewood, en Inglaterra, y los paisajes canadienses de Vancouver han servido al nutrido equipo comandado por Marc Webber para diseñar esta colorida cinta plagada de efectos visuales pergeñados por Moving Picture Company, en la que volverán a sonar las célebres canciones escritas por Frank Churchill y Larry Money para la producción de dibujos de 1937, junto con otras nuevas composiciones ideadas por Benj Pasek y Justin Paul.
Greta Gerwig y Erin Cressida Wilson han afrontado en reto de escenificar el cuento de los hermanos Grimm como si se tratara de un duelo aguerrido entre la pura y bondadosa Blancanieves y la maquiavélica y ponzoñosa reina oscura (Gal Gadot). Una batalla de signos épicos y boscosos, en la que comparecen los siete enanitos (transformados para la ocasión en seres mágicos) y un príncipe bautizado como Jonathan (Andrew Burnap).
Todavía se desconoce si el tema Someday My Prince Will Come estará en la banda sonora sin retoques efectivos, pero lo que sí ha trascendido es que esta Blancanieves de Marc Webb no pretende menospreciar el clásico film de animación estrenado en 1937; sino simplemente vestirlo adecuadamente, para que entre en el siglo XXI carente de complejos.
Nota: Blancanieves tiene previsto su estreno en salas para el 21 de marzo de 2025.
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