P. D. James es una autora de novelas de misterio quizá con una dinámica más cercana a la de Patricia Highsmith y Ruth Rendell, que a la elaborada por la gran maestra del género detectivesco en Gran Bretaña: Agatha Christie.
La creadora nacida en Oxford conseguía que sus textos transpiraran emoción a través de sus intensos y delimitados personajes, más que por las habitualmente intrincadas tramas de sus libros. Adscrita a esta fórmula desde sus comienzos en la década de los sesenta, las novelas de Phyllis Dorothy James poseen el valor de las psicologías profundas: paisajismo humano, en el que cobran vida detectives tan diferentes y singulares como el poético Adam Dagleish y la tenaz Cordelia Gray.
James murió en 2014, a los 94 años de edad; pero su producción inédita parece que ha querido sobrevivir un poco más a su longeva autora. Por lo menos, así lo demuestra la aparición en las librerías de No duermas más (Siruela Ediciones): un atractivo e inteligente compendio del talento de la narradora inglesa, esgrimido mediante un sexteto de argumentos, tocados por la varita de la maldad y el asesinato. Un conjunto de crímenes o pensamientos homicidas, en el que la venganza juega un papel primordial; debido a diferentes motivos, y esgrimida por cauces sorprendentes.
Una sentencia tomada de Macbeth (Sleep No More) sirve de título a este volumen de agradable e imaginativa lectura, siempre comandado por la capacidad de James para llevar al lector por los retorcidos laberintos de la mente de unos personajes siniestros y cautivadores.
P. D. JAMES COLMA LAS EXPECTATIVAS
En no pocas ocasiones, los escritos póstumos que posiblemente desecharan en vida sus propios creadores no revelan nada especialmente significativo, dentro del conjunto de las obras de los autores correspondientes. En este sentido, No duermas más no consigue alcanzar el fulgor de los títulos más laureados de James, pero tampoco desmerece en sus pretensiones, con respecto al currículo impreso de la literata nacida en Oxford.
Profesores autoritarios casi sacados de una película de Hammer Films, matrimonios infelices en la tradición de Highsmith, infancias desgraciadas que carcomen la conciencia de los que las padecieron, el asesinato del dueño de una mansión el día de Navidad, un anciano que pergeña un complicado sistema para castigar a los que odia… Los hilos que conforman el tapiz dramático de Sleep No More se entretejen con fluidez, como si se dedicaran a guiar el interés del lector por los escenarios propuestos.
El eco clásico del destino, y su capacidad para imponer castigos a los transgresores de las normas de la ética y la moral, se convierte en un rol esencial a lo largo de esta breve antología del misterio.
Un elemento que aporta un signo casi sobrenatural a la trama conjunta, en la que -como es habitual en el concierto narrativo de James– los protagonistas desnudan su comportamiento delictivo, con contundencia y verosimilitud.
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