La casa de papel se ha convertido entrega a entrega en un fenómeno de masas, que traspasa fronteras y culturas.
La serie creada por Álex Pina (responsable también de Vis a Vis) para Atresmedia se ha mantenido por tres temporadas entre las producciones más vistas de la plataforma Netflix, merced a su singular inteligencia a la hora de mezclar acción sin fisuras y planes con atracos geniales y aparentemente imposibles.
Una estructura similar a la de un mecano, en la que también cuenta una sutil naturaleza de juego a lo escape room, es lo que enciende la tensión envolvente de esta obra de la pequeña pantalla, que bien podría ser catalogada como una acertada mixtura entre el argumento de Plan oculto (Spike Lee, 2006) y la escenografía barroca de V de Vendeta (James McTeigue, 2005).
Aunque simplificar demasiado las conexiones de La casa de papel es en definitiva un ejercicio vacuo y algo tramposo; ya que la historia elaborada por Álex Pina supera cualquier comparación artística, para instalarse en el terreno de la originalidad, siempre dentro de un clasicismo voluntario en el subgénero de las películas y series sobre atracos de ambiciones elevadas.
Desde el estreno de esta serie, ocurrido en 2017, los responsables de la misma se han esforzado en que no decaiga el interés y la emoción en ningún capítulo; ante lo cual no han dudado en modificar los decorados de las fortalezas institucionales asaltadas (primero fue La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, para acabar con El Banco de España); a la vez que han metamorfoseado el carácter y las relaciones morales de muchos de los personajes que integran el equipo policial y el de los atracadores.
La continua progresión dramática y las falsas apariencias sobre los hechos narrados, por no decir sobre las personas que los realizan, vuelven a ser los ingredientes de los ocho episodios en los que se divide la cuarta temporada de esta enérgica creación, que Netflix tiene previsto estrenar el próximo 3 de abril.
Y el resultado de tales maniobras conjunta un laberinto de deserciones y reveladores momentos; en los que los espectadores podrán observar como El profesor (Álvaro Morte) sucumbe ante la difícil situación a la que se enfrentan sus colaboradores, encerrados sin escapatoria posible en el interior del Banco de España. Momento de zozobra mental, que aprovecha Berlín (Pedro Alonso) para erigirse como líder puntual.
LA CASA DE PAPEL MUEVE SUS PIEZAS ORIGINALES
Numerosos medios de comunicación se han aprestado a desvelar algunas de las claves por las que transitarán las tramas de la cuarta temporada de La casa de papel; pero resulta más lógico apuntar los posibles caminos que tomará el serial, con la única guía de lo que sucedió al final de la tercera entrega.
En el capítulo conclusivo de la season anterior, lo más significativo a nivel humano estaba en el estado de Nairobi (Alba Flores), herida de un balazo por la tenaz Alicia Sierra (Najwa Nimri). Esto hace que el grupo de asaltantes comience a perder la paciencia y los nervios, al percibir que la cosa pinta realmente mal.
Dentro de semejante pesadilla, El profesor intenta mantener el control, pero la capacidad para manejar los hilos del golpe se le empiezan a escapar. Una asunción de la caótica realidad que experimenta en su informatizado cubículo, ante la cual pivota la cuestión de ¿cuál era la verdadera motivación de este misterioso cerebro en la sombra, cuando concibió un atraco de tal magnitud?
Y lo que es casi más importante, ¿conserva algún as en la manga, para solventar el peligroso cuadro que se les presenta a sus colaboradores y a él mismo?
Sin tiempo para las treguas o para frenar su vertiginoso avance hacia destinos insospechados, La casa de papel irá encajando claves más o menos certeras, respecto a las diferentes diatribas expuestas. Una tarea en la que Tokio (Úrsula Corberó) tomará decisiones trascendentales para todos sus colegas; el agente de seguridad llamado Gandía (José Manuel Poga) hará un trabajo de debilitamiento de los ladrones desde el interior del banco; la antigua inspectora Raquel Fuentes “Lisboa” (Itziar Ituño) deberá solventar si se convierte en una traidora o no; y las agresiones entre los muros de la institución monetaria asaltada harán que el futuro se vea muy oscuro para los icónicos atracadores. ¿Conseguirán salir indemnes en esta ocasión?
Nota: Netflix tiene previsto estrenar la cuarta temporada de La casa de papel, a partir del próximo 3 de abril de 2020.
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