Kurt Wallander era un investigador metódico y silencioso, acostumbrado a la frialdad de los paisajes de Escania; y a una soledad pétrea, cargada de relaciones equidistantes y complicadas.
Así lo imaginó el escritor Henning Mankell, cuando construyó el armazón humano de este icónico personaje; el cual protagonizó algunos de los títulos más laureados del género popularizado como “noir” sueco.
En las manos de Mankell, Wallander pronosticaba una tragedia futura constante, que se materializó en el último de sus casos (El hombre inquieto), donde los lectores tuvieron noticias del progresivo alzheimer que amenazaba con acabar con los recuerdos y pericia detectivesca del mejor agente de la comisaría de Ystad (justo como le había ocurrido antes a su progenitor).
Sin embargo, las informaciones sobre el cerrado Kurt desplegadas en los libros de HM solo ofrecen la imagen del rol desde la mediana edad en adelante, mientras que sus etapas anteriores únicamente salen a relucir en contados momentos, como simples chispazos inconexos y perdidos entre los renglones.
Estos vacíos inspiraron a Ben Harris (Devils) para fantasear sobre cómo sería el duro agente nórdico nada más salir de la academia. Una curiosidad que fructificó en los guiones de El joven Wallander: la miniserie de seis episodios, que la plataforma Netflix tiene previsto estrenar en breve, a partir del jueves 3 de septiembre.
El actor y cantante nacido en Estocolmo Adam Pålsson (Avenue 5) es el elegido para prestar su físico al competente policía, a lo largo de su veintena; momento en que abandona las aulas, para patrullar por las congeladas urbes de la patria del grupo ABBA.
Según los responsables de esta producción televisiva, los textos de Mankell únicamente han servido de guía a los directores Ole Edresen (Aber Bergen) y Jens Jonsson (Jägarna), para no cometer atropellos con respecto a la escenificación del personaje más famoso del citado narrador. Esto deja traslucir que los seguidores de las novelas encontrarán más de un cambio sustancial, con respecto al desarrollo de la existencia del novato Wallander.
KURT WALLANDER NO PEINA CANAS
Al contrario de lo que sucedió con el comisario Montalbano, Kurt Wallander nunca apareció en alguna de sus peligrosas aventuras con una juventud exultante. Esta condición de hombre de cierta edad iba asociada al carácter quemado, y un tanto nostálgico, que exhibía el papel en la mente de su creador original; y que supieron reflejar de manera brillante Rolf Lassgård, Kristen Heriksson y Kenneth Branagh (los tres actores que interpretaron a KW, en las adaptaciones de las obras de Mankell).
Adam Pålsson tiene la ventaja de no rendir tributo a los excelentes retratos elaborados por el autor de La quinta mujer, sino trabajar con la pista de inspiración totalmente libre. No obstante, los guiones de Ben Harris no rompen la debida fidelidad al universo de las novelas impresas, y mantienen intactos bastantes rasgos reconocibles en la huidiza personalidad del padre de la conflictiva Linda Wallander.
La acción del serial se traslada a un pasado conflictivo, en el país natural de los vikingos. Las décadas que sucedieron a la devastación provocada por la Segunda Guerra Mundial habían alumbrado una sociedad vacía, sumida en un profundo sentimiento de aversión hacia los que no encajaban con su ideal económico y cultural.
En ese ambiente de crispación, las consignas neofascistas se abrían paso en los hábitos de unos jóvenes asolados por el desencanto. Una realidad que entra de lleno en el mundo del veinteañero Kurt Wallander, cuando este debe enfrentarse a un caso de odio, nada más abandonar la academia.
A lo largo de los diferentes capítulos, los espectadores conocerán los sueños y pesadillas de este cerebral investigador (casi en la línea del no menos famoso Endeavour Morse), al tiempo que contemplarán los sinsabores y el amor frustrado hacia una muchacha nominada Mona.
Nota: Netflix tiene previsto estrenar el primer episodio de El joven Wallander, a partir del próximo 3 de septiembre de 2020.
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