Ben Kingsley es el protagonista masculino de “Learning To Drive“, un drama intercultural rodado por Isabel Coixet en Estados Unidos.
Tirar millas por el asfalto, sin importar el destino al que se llegue. Desde mucho antes de que aliviaran su rabia sobre cuatro ruedas los hijos de la generación Beat, el ser humano ha asociado el anhelo de libertad con subirse a un coche, arrancar y perderse hacia el horizonte.
Da lo mismo si se trata de la mítica road 66 o de la autovía de Andalucía, ya que lo único que realmente importa y subyace bajo los neumáticos es viajar sin ataduras, sin remolques, sin las escayolas del comportamiento social, sin recuerdos…
Wendy es una de esas aventureras del tráfico motorizado, una amazona enlatada que, tras la muerte de su marido, toma la decisión de sacarse el carné de conducir para reivindicar su postura ante el mundo. Tal heroína es la fémina protagonista de Learning To Drive: la última película de la catalana Isabel Coixet (Sant Adrià de Besós, Barcelona, 1960).
BEN KINGSLEY TRABAJA EN UNA AUTOESCUELA
El pasado verano, la directora española de La vida secreta de las palabras sacó a su equipo de rodaje por las calles de Nueva York para dar cuerpo a una cinta cuyo guion está inspirado en un ensayo corto, publicado en The New Yorker por la escritora Katha Pollitt.
En el texto original, la historia versaba sobre la propia experiencia autobiográfica de la autora, cuando ésta conoció a un paciente profesor de conducción alumbrado en Filipinas.
Según el reportaje, la mujer había suspendido cinco veces el examen para manejar un coche, lo que había generado en su interior una sensación de frustración profunda. Hasta que apareció Ben y lo de las señales, los intermitentes, los cambios de rasante y de marcha, los adelantamientos y lo de ponerse el cinturón de seguridad dejó de ser un problema para la señora.
Coixet ha cambiado un poco la historia de Pollitt junto a la guionista Sarah Kernochan (conocida por ser la responsable de los libretos de Nueve semanas y media y de Lo que la verdad esconde).
Después de algunas revisiones, el relato que aparece en el filme sigue las vicisitudes de Wendy: una crítica literaria de The New York Times que pasa un depresivo bache emocional tras la accidental muerte de su marido.
Sola y aislada, la experta en libros no levanta cabeza, motivo por el que decide sacarse el carné de conducir.
Resuelta en su determinación, como si fuera una alternativa a su dolor, la protagonista se apunta en la autoescuela en la que da clases Darwan, un indio de la etnia sij que se halla en la urbe del Empire State en calidad de refugiado político.
La afinidad entre el atento maestro y la estimulada alumna ayudará a que surja entre ellos un sentimiento amoroso sincero y extraño, como la segunda oportunidad de la que hablaba Paco Costas en un legendario programa televisivo de seguridad vial.
Envuelta en estos años en una actividad verdaderamente envidiable, Isabel Coixet reafirma con Learning To Drive el carácter internacional de sus proyectos.
Así lo atestiguan el rodaje en inglés y la elección de un grupo de actores de fama planetaria, en la que destacan el anglo-indio Ben Kingsley (el intérprete de Gandhi hace de Darwan, en lo que supone su reencuentro con la realizadora española tras su experiencia juntos en Elegy), la norteamericana Patricia Clarkson (Wendy), el londinense Jake Weber (Ted) y Grace Gummer (la hija de Meryl Streep).
Un elenco que bajo el mando de la responsable de El mapa de los sonidos de Tokio hace creíble el mensaje de que aprenderse el código de la circulación y encontrar pareja no son actividades excluyentes, sino altamente compatibles.
Más información en http://www.imdb.com/title/tt3062976