Elisabeth Moss tomó el testigo de Johnny Depp, como estrella principal del reboot de El hombre invisible, cuando el proyecto inicial se vino abajo, después de los malos resultados obtenidos en taquilla por La momia (el último título de la operación de Universal Pictures, por actualizar sus clásicos del terror).
Los inicios de esta esperada adaptación del homónimo texto de H. G. Wells se remontan a 2007, momento en que los responsables de la major estadounidense contrató los servicios de David S. Goyer (Dark City), para hacerse cargo del guion. Sin embargo, la marcha atrás en dar la luz verde para el comienzo del rodaje propició que los derechos fueran traspasados a Blumhouse Productions, con una adaptación de la obra de Wells realmente novedosa.
The Invisible Man en la recreación de 2020 se aparta un poco del asunto de la reflexión científica, para asentar su tesis argumental en el terreno de los malos tratos; los que propicia el siniestro investigador Adrian Griffin hacia su esposa, la asustada Ceciclia Kass.
Precisamente, la concepción de la película como thriller con tintes de denuncia social fue uno de los aspectos que más llamó la atención de Elisabeth Moss (El cuento de la criada), para que quisiera formar parte de esta especial revisión de la novela publicada en 1897.
Al lado de la actriz californiana, el australiano Oliver Jackson-Cohen (El enigma del cuervo) es quien encarna al violento Adrian Griffin, con una caracterización que recuerda a la de Kevin Bacon, en la movie basada igualmente en la trama elaborada por el autor de La guerra de los mundos, la cual llevaba por título El hombre sin sombra (Paul Verhoeven, 2000).
ELISABETH MOSS, SOLA ANTE EL PELIGRO
La acción de El hombre invisible, según el largometraje de Leigh Whannell (Insidious: Chapter 3), sitúa a los personajes en una realidad amenazante e insoportable, experimentada por la atemorizada Cecilia Kass (Elisabeth Moss). La joven quiere escapar de los golpes y el acoso psicológico al que le somete su cónyuge: el adinerado científico Adrian Griffin (Oliver Jackson-Cohen).
Una noche, la mujer huye del hogar, y desaparece sin dejar rastro. Sin embargo, la pesadilla para ella no ha hecho más que empezar, ya que su perseguidor inventa un método por el que se convierte en invisible. Un arma infalible, para acabar con la vida de Cecilia.
El australiano Leigh Whannell aprovecha su experiencia en el cine de terror, para crear una atmósfera de constante apremio y angustia. Una fórmula que permite a los espectadores meterse en el cuerpo de la asustada protagonista.
Tales sensaciones y elementos temáticos alejan bastante a este reboot de la cinta elaborada en 1933, por James Whale (la más fiel a la novela de finales del siglo XIX). En esa celebrada movie, el entonces doctor Griffin era un hombre comprensivo y brillante, cuya mente se veía alterada por el experimento que prueba en sus carnes. Algo diferente a lo que muestra LW, ya que su Invisible Man es un tipo que porta la maldad en su interior, más allá de los efectos del citado ingrediente que borra sus rasgos y cuerpo ante los demás.
Nota.- El hombre invisible tiene prevista su fecha de estreno para el próximo 28 de febrero de 2020.