Clint Eastwood siempre ha confesado que ha debido heredar la sorprendente longevidad saludable de su madre (Ruth Wood), la cual alcanzó la avanzada edad de 97 años, con un envidiable aspecto físico y una fortaleza más que encomiable. El legendario pistolero espigado de El bueno, el feo y el malo ha quemado décadas de sobriedad cinematográfica, desde que en los sesenta del siglo pasado paseara su pétreo rostro por los paisajes desérticos de Almería, al lado del imaginativo Sergio Leone.
No obstante, aunque lo de acumular velas en su tarta de aniversario no le cambia el rictus gestual de cara al exterior, Eastwood tampoco es un robot sobrehumano, y vestir un traje de noventa y tres primaveras no es mal dato para empezar a pensar en una jubilación más que comprensible. Esta retirada la ha asociado el californiano con el rodaje de su obra número cuarenta y seis como director, una movie que lleva por título Juror#2.
Con el guion escrito por Jonathan Abrams (Plan de escape), el veterano CLE ha diseñado un thriller de acción trepidante, en el que la carrera por salir indemne de un asesinato marca la evolución de un relato alimentado con el habitual ingrediente psicológico y reflexivo, que está muy presente en la mayoría de los largometrajes que llevan el sello creativo y la cadencia jazzística de Clint Eastwood.
El británico Nicholas Hoult (Renfield) es quien lidera el elenco interpretativo de esta especial película, tocada por el halo de despedida de una de las mayores estrellas de la Meca del Cine, un mensaje subliminal que la cinta lleva prendido en el bies de sus fotogramas de encaje. Tal protagonismo, elevado a oportunidad profesional, emocionó enormemente al joven y camaleónico Hoult, quien ansiaba trabajar con el increíble Eastwood desde hacía tiempo; al igual que le pasaba al resto del cuadro dramático, entre los que se encuentran stars tan reconocibles como Toni Collette (La boda de Muriel), Kiefer Sutherland (Los tres mosqueteros) y Zoey Deutch (Not Okay).
CLINT EASTWOOD MANTIENE LA INCÓGNITA SOBRE SI ESTARÁ DELANTE Y DETRÁS DE LAS CÁMARAS, EN JUROR#2
La esencia judicial y sociológica de Juror#2 puede remitir ligeramente a los laberintos morales de La hoguera de las vanidades, de Tom Wolfe. El anhelo del papel de Nicholas Hoult (Justin Kemp) por escapar de un crimen causado por un accidente automovilístico parece el mismo impulso que experimentó el adinerado Sherman McCoy, cuando acabó con la vida de un chico de la calle, mientras iba en su caro coche acompañado de su amante.
A través de semejantes coordenadas argumentales, Juror#2 muestra las contradicciones de un respetado padre de familia (Justin Kemp), quien es jurado en un caso de asesinato, en el que el acusado es supuestamente inocente; ya que la víctima falleció realmente por culpa del propio Kemp. La ocasión de ser una de las personas destinadas a marcar el destino del detenido ofrece al protagonista un gran vehículo ético, para perseguir la salvación del reo. Pero la absolución no resulta tan sencilla de conseguir, como se plantea el ingenuo Justin al comienzo de esta trágica aventura.
La frenética experiencia del papel de Hoult, quien debe sufrir en pantalla tanto como Kevin Costner en No hay salida (Roger Donaldson, 1987), despliega la evolución de una historia que Clint Eastwood quiere vestir con imprevisibles e impactantes giros de guion, en los que las supuestas certezas quedan superadas por elementos que se incorporan a la narración constantemente.
La capacidad del ya nonagenario creador nacido en San Francisco para construir espacios opresivos y asfixiantes vuelve a estar presente en la intensa grabación que se está llevando a cabo en la colonialista urbe de Savannah, Georgia. Un estilo de trabajo a destajo que ha dado fama al director de Million Dollar Baby, y en el que el conocimiento que este tiene del medio audiovisual le anima a confiar en las peligrosas tomas únicas (una leyenda más que suma al ideario del genuino Harry Callahan).
Nota: Todavía no hay fecha para el estreno de Juror#2, aunque los más optimistas citan noviembre o diciembre de 2023. No obstante, lo más probable es que llegue a las salas finalmente en 2024.
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