Bruce Springsteen llevaba seis años sin reunirse en un estudio de grabación con The E Street Band, su inseparable grupo melódico. La culpa de la separación de caminos la tuvo la necesidad del Jefe de escarbar en su evolución profesional y humana, con experimentos de voluntario lirismo folk y country: en los que no encajaban las visiones roqueras de sus compañeros de conciertos multitudinarios y asfaltos agrietados.
La última gira juntos animó a Springsteen a convocar a los supervivientes de la citada formación musical, para grabar de un tirón y sin demos una docena de canciones, surgidas de la tristeza medioambiental que el artista de Nueva Jersey respira en el mundo de la pandemia. Una atmósfera opresiva y sombría, que en el caso del compositor de Born in the USA le remite al lamento por la pérdida de amigos tan queridos como Clarence Clemons, Danny Frederic y George Theiss.
De esa forma, y fruto de las intensas sesiones desbordadas en el interior del estudio casero de Thrill Hill Recording, de Colts Neck, en Nueva Jersey, surgió Letter to You (Sony Music/ Columbia Records): un álbum con espíritu vitalista y horizontes en constante sed anímica, donde la acerada voz de Springsteen encuentra la sincronización ideal con los arreglos esforzados de una E Street Band menos eufórica que la de antaño, aunque igualmente sorprendente.
Juntos entregan al público una obra que rezuma sensaciones pretéritas, pese a estar tamizadas por una madurez adormecida; demasiado real como para ignorarla. En medio de este hilo argumental, que podría calificarse como de tímidamente confesional, el Boss desgrana sus pensamientos más íntimos; al tiempo que rescata tres temas inéditos de principios de los años setenta, cuando apareció en el mercado el legendario Greetings from Asbury Park N. J.: grabaciones que llevan los títulos de Janey Needs a Shooter, Song for Orphans e If I Was a Priest, y que por sí solas bien merecen escuchar el Cd al completo.
BRUCE SPRINGSTEEN RECLAMA ESPACIO PARA EL ROCK
Desde el hipnótico One Minute You’re Here (corte con el que comienza el álbum), hasta el visionario I’ll See You in My Dreams (track que cierra la obra); Letter to You transporta a los oyentes a un universo de rebeldía controlada, en el que es posible hallar parte de la envoltura visceral de Born in the USA, The River y Born to Run.
Los años en el circuito sonoro han convertido a Bruce Springsteen en un hombre cargado de sensaciones diversas, que muchas veces ocultan las luces esperanzadoras de un optimismo a media asta. Tales acordes de existencialismo trágico están muy presentes en composiciones tan impactantes como Ghosts y Song of Orphans, las cuales marcan la pauta dramática del vigésimo trabajo de estudio del estadounidense.
El paso de BS por Broadway y la redacción de sus memorias activaron la necesidad del Jefe de regresar a los paisajes agrestes de su rock suburbial. Una apuesta por la música popular sin accesos de grandiosidad impostada, donde la colaboración con The E Street Band se torna necesaria y estimulante.
Bajo la compañía de Roy Bittan, Jake Clemons, Charles Giordano, Nils Lofgren, Patty Scialfa, Gary Talent, Steve van Zandt y Max Weinberg; el tema titulado Last Man Standing (supuestamente dedicado a George Theiss) suena especialmente nostálgico al compás del timbre aguardentoso de Bruce Springsteen, el mismo con el que desgrana el caleidoscopio epistolar nominado Letter to You.
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