Braindead es el título de la nueva serie de humor alienígena, que CBS estrenó el pasado lunes en Estados Unidos.
La producción centra su argumento en una invasión extraterrestre, focalizada en el interior de la Casa Blanca y del Congreso de USA.
Los ocho episodios de los que consta la primera temporada están protagonizados por Mary Elizabeth Winstead (Calle Cloverfield 10).
Parece una broma del destino mediático, que el estreno de una obra como Braindead coincida con la carrera presidencial en la que se encuentra el país de las barras y estrellas durante estos meses.
No obstante, los electores norteamericanos pueden estar medianamente tranquilos; ya que ningún meteorito se ha instalado en Rusia (como sí sucede en la ficción televisiva). Aunque, si el Kremlin se hallara afectado por un virus estelar: ¿Cómo estar seguros de que realmente el politburó no mantendría el secretismo de estado, respecto a si algún pedrusco procedente del espacio exterior estuviera manejando los hilos de la política internacional?
Suspicacias aparte, la que sí aterrizó el pasado lunes 13 de junio en la programación de la cadena CBS fue la última creación de Robert y Michelle King, auspiciada bajo el mismo título que una célebre película de Peter Jackson, pero distinta en todo lo demás.
Robert y Michelle King (autores de The Good Wife) son los responsables de que Braindead sea un hecho, y eso que la peculiar obra no tuvo un nacimiento especialmente tranquilo.
Al principio, CBS se comprometió a financiar 13 capítulos, que al final fueron reducidos a ocho. Una decisión tomada por las reservas existentes entre los ejecutivos del canal, relacionadas en gran medida con el miedo a que una comedia de ciencia ficción no fuera capaz de levantar el interés de los espectadores.
Sin embargo, el apoyo de gente como Ridley Scott supuso un espaldarazo definitivo para que el rodaje tuviera luz verde. Aparte, el inminente estreno –el 1 de julio- de Independence Day: Contraataque también fue un punto en favor de que la trama bélica intergaláctica consiguiera asaltar las ondas catódicas, pese a los augurios poco halagüeños que la acompañaban.
BRAINDEAD NO DISTINGUE ENTRE DEMÓCRATAS Y REPUBLICANOS
Excesiva e ingeniosa, la historia del serial arranca con una documentalista llamada Laurel Healy (Mary Elizabeth Winstead) en el momento en que la chica está sin blanca para continuar con su trabajo.
Con el objetivo de solicitar ayuda económica, la protagonista acude a su acaudalado padre, quien le promete un donativo de 200.000 dólares, siempre que la cineasta entrara a colaborar en el despacho de su hermano: el senador demócrata Luke Healy (Danny Pino, de Ley y orden).
Ante el ultimátum paterno, Laurel no tiene más remedio que aceptar. Pero, nada más hacer uso de su nuevo puesto laboral, la gachí descubre una misteriosa y siniestra operación invasiva: unos insectos provenientes de una nave lanzada por Rusia se han introducido en los cerebros de los políticos de la nación independizada por George Washington; y, agazapados en el citado órgano, éstos llevan a cabo su maquiavélico plan de hacerse con el mundo.
Toda una afrenta a la humanidad que LH no está dispuesta a permitir…
Con toques de V y La invasión de los ladrones de cuerpos, Braindead toma un camino intermedio, caracterizado por la hibridación de géneros.
Una senda circunvalada por la ciencia ficción de tintes apocalípticos y el humor delirante, heredado de Mars Attacks! (Tim Burton, 1996).
A tenor de los datos de share obtenidos del pasado lunes, los bichejos de CBS no han desentonado tras su estreno, y los seguidores ya esperan con ansiedad la continuación de esta fábula distópica a lo Star Trek.
Un viaje hacia las barricadas plagadas de escarabajos comedores de cerebros, en la que también colaboran -por la parte artística- intérpretes tan conocidos como Aaron Tveit (Los miserables) y Tony Shalhoub (Monk), entre los más populares del elenco.
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