Pierre Niney ha podido recurrir a una extensa lista de actores que interpretaron al engañado Edmundo Dantès antes que él.
El genial Robert Donat, el elegante Richard Chamberlain, el orondo Gérard Depardieu, el atlético Jim Caviezel… los diferentes rostros que ha portado -tanto en el cine como en la televisión- el personaje ideado por Alejandro Dumas en 1844 parecen llevar en volandas esta historia de enorme fuerza moral, a la que se le suma un contexto situacional enfervorecido y atrayente.
Alexandre de La Patellière y Matthieu Delaporte intentan continuar con el éxito obtenido en las salas de exhibición por la bilogía sobre Los tres mosqueteros, elaborada artesanalmente por Martin Bourboulon, en 2023. Un ejercicio esforzado e ingenioso de adaptación sutil de la obra de Dumas padre, que animó a los espectadores a disfrutar nuevamente de las hazañas de D’Artagnan, Atos, Aramis, Portos, y de las intrigas Milady.
El conde de Montecristo aprovecha armas similares a las utilizadas en las citadas películas de Bourboulon, aunque la imposibilidad de contar en su reparto con estrellas tan reconocidas como Eva Green y Vincent Cassel podría pasar un poco factura a la escenificación del relato de Edmundo Dantès.
De La Patellière y Delaporte apuestan por un elenco de intérpretes más desconocido entre los espectadores, salvo por la presencia de Pierre Niney (Los amantes) y del italiano Pierfrancesco Favino (Guerra Mundial Z).
El actor francés Bastien Bouillon (La noche del 12) es el encargado de dar la réplica a Niney, como el antagonista principal de Dantès: el maquiavélico Fernando Mondego. Una caracterización que anteriormente hicieron suya estrellas de la talla de Tony Curtis y Guy Pearce, entre otros.
Por su parte, Anaïs Demoustier (Los consejos de Alice) es quien se transforma en la frágil y sufrida Mércèdes, la prometida del joven Edmundo, quien acaba contrayendo matrimonio con su primo Fernando Mondego, mientras su amado Dantès es encarcelado en el siniestro castillo de If.
PIERRE NINEY SE EMBARCA EN UNA CARACTERIZACIÓN CARENTE DE EXCENTRICIDADES, PARA RETRATAR A MONTECRISTO
La sobriedad dramática y gestual de Pierre Niney encaja a la perfección con la visión ofrecida por el escritor Alejandro Dumas en su texto. Y el resultado es el de un héroe marcado por los fantasmas del pasado, que no puede olvidar lo sucedido en el castillo de If, donde fue encarcelado con falsas acusaciones de traición.
La trama de El conde de Montecristo tiene lugar entre 1815 y 1839, unos años determinantes en la historia de Francia. De esta manera, la película inicia su metraje cuando Dantès es un joven marino con un futuro brillante, que espera prosperar para casarse con su amada Mércèdes. Pero, en las sombras, Fernando Mondego anhela hacerse con el corazón de la joven, tras apartar a Edmundo de la vida de la dama.
En ese momento, Napoleón estaba a punto de escapar de su exilio en la isla de Elba, y una extraña misiva y un encuentro fortuito con el emperador denostado llevan al protagonista a ser acusado de espía por algunos de sus conocidos. Las pruebas creadas por sus enemigos ayudan a que el marino sea enviado de por vida al penal de la isla de If. Una vez allí, Edmundo obtiene la ayuda de un religioso llamado Faria, quien educa al navegante marsellés para aparentar ser un caballero.
Tras la muerte del abate, Dantès escapa de la isla, para entrar a formar parte de una tripulación de piratas. Con ellos logra reunir con una fortuna bastante cuantiosa, todo para regresar a Francia, bajo la misteriosa identidad del conde de Montecristo. Un rol que se antoja como esencial, para acabar con los que le mandaron a la cárcel.
Alexandre de La Patellière y Matthieu Delaporte preceden con su versión cinematográfica de El conde de Montecristo al estreno de la esperada y homónima miniserie de Bille August, que adapta la novela de Dumas con un marcado sentido trágico y de profundo romanticismo decimonónico.
La producción televisiva cuenta con Sam Claflin (Mi prima Rachel) como el acerado Edmundo Dantès. Un trabajo que el actor británico efectúa con un elemento de continua zozobra humana a lo largo de los ocho episodios de los que consta la obra audiovisual, arropado en todo momento por compañeros del tipo de Jeremy Irons (Faria), Ana Girardot (Mércèdes) y Harry Taurasi (Mondego), entre otros.
Nota: El conde de Montecristo llegará a las carteleras españolas a partir del próximo 9 de agosto.
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