Tim Burton vuelve a jugar con las sombras
Tim Burton adapta al cine la novela El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares, escrita por el autor novel Ransom Riggs. Un inquietante relato, que mezcla elementos fantásticos, dramáticos y de terror.

Un orfanato situado en una isla mítica, asolado por los fantasmas y el misterio, es el lugar donde transcurre la nueva aventura en formato de celuloide del director de Eduardo Manostijeras. Allí, perdido en el tiempo y la distancia, un grupo de niños peculiares intenta sobrevivir al peligro de unos monstruos asesinos.
Este libro, que supuso el debut literario del singular Ramson Riggs (Miss Peregrine’s Home), es el vehículo argumental utilizado por Tim Burton para montar la citada crónica fantástica y terrorífica, en la que conviven la estructura de los cuentos de los hermanos Grimm y el apego a los cómics de la naturaleza de La Patrulla X (relativos a personajes ajenos a la vulnerabilidad de los mortales).
Un relato que en las manos de la guionista y productora Jane Goldman (Kingsman: Servicio secreto) adquiere tintes de tragedia gótica, justo el terreno en el que se siente más cómodo el responsable de Sombras tenebrosas.

TIM BURTON CRUZA LAS FRONTERAS DEL ESOTERISMO
Londres y Tampa Bay Area (Florida, USA) son los escenarios principales en los que los equipos técnico y artístico de El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares han desplegado su plan de rodaje. A través de estas dos localizaciones, diametralmente opuestas en atmósferas y arquitecturas lumínicas, el director de Ed Wood cuenta la historia de Jacob Portman: un chaval de dieciséis años, que viaja a Welsh Island para descubrir el misterioso pasado de su abuelo, recientemente fallecido.
Al parecer, el pariente del muchacho vivió un tiempo en un orfanato extraño y atrayente, en el que se concentraba una serie de pequeños, que poseían poderes incomprensibles para los demás. Comandada por la enérgica Srta. Peregrine, la institución subsistía a duras penas a los ataques de la burocracia, debido sobre todo a sus excéntricos pilares conceptuales.

Entre las instalaciones del centro, el nieto de Abraham Portman tiene la oportunidad de bucear en los archivos, pero la experiencia más directa se la dará la joven Emma Bloom: una gachí con la habilidad de trasladarse por las centurias y de controlar el fuego, con la que Jacob se adentrará en la sociedad de 1940 (cuando su abuelo era un simple crío).
Poco a poco, el teenager desembarcado de Europa traba amistad con un compañero con el don de la invisibilidad (Millard) y con otro que posee una fuerza extraordinaria (Bronwyn). Una pandilla de superhéroes prepúberes que está atemorizada por unos monstruos asesinos, los cuales acechan en la oscuridad para acabar con la existencia de los llamados “niños peculiares“. Realidad que toma visos de certidumbre a los ojos del protagonista, cuando la Srta. Peregrine es secuestrada por estos malignos seres.

El adolescente Asa Butterfield (el infante de Hugo y El juego de Ender) es el actor escogido por Burton para meterse en la piel del valeroso Jacob. Una caracterización para la que el actor inglés cuenta con el apoyo de un completo y variado elenco de estrellas, en el que sobresalen las aportaciones de Eva Green (Miss Peregrine), Samuel L. Jackson (Barron), Judi Dench (Miss Avocet), Rupert Everett y Terence Stamp (Abraham Portman). Aunque en esa labor de colaboración profesional, es de ley mencionar la interpretación de la aún poco conocida Ella Purnell (quien se encarga de la parte de Emma Bloom).
Gótica, fantástica y diferente. Estos tres adjetivos definen a la perfección el libreto de Miss Peregrine’s Home, con el que el autor de Sleepy Hollow intentará resarcirse de las sensaciones un tanto tibias provocadas por su anterior largometraje: Big Eyes.

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